Conclusión
El enorme flujo turístico es el motor de la economía, pero los habitantes de algunos destinos se quejan de la degradación de sus ciudades.
En efecto, a través de las posiciones de la Población local española, se denuncio una gestión critica de los flujos turísticos de masa que afecta tanto al gobierno como a las generaciones futuras.
Así por el suministro de alojamientos turísticos supone un aumento de los alquileres para los que ya viven en los grandes ciudades.
Ademas de un precio y una calidad de vida modificados e influenciados por los turistas, los habitantes padecen una acción retrasada por parte del gobierno.
España debe reaccionar, porque hoy a pesar de algunas reformas implementadas en ciertas regiones, no se ha dado una respuesta concreta a esta situación de turismo masivo.
Los desafíos son económicos, porque si la población española se enfrenta al turismo, la economía del país corre el riesgo de verse fuertemente afectada; pero también culturales porque la afluencia excesiva de turistas y la consiguiente congestión (en los lugares turísticos españoles) degrada el paisaje cultural español.
Todavía queda por ver cómo tendrá lugar la próxima temporada turística de verano en España.